[31/05/2025] Esta no es historia, pero eso no importa. La amiga de la cual les hablé en la anterior. La que me rescató de mi sobredosis y básicamente mi ángel de la guarda. Ella resulta que no quiere formar parte del proyecto, por lo que no pondré su nombre si no que la llamaré “La Muda”. ¿Por qué? Ni idea. Ahora voy a contar cómo conocí a la muda.
Fue hace dos años, entraba yo al mundo de la marihuana (así es, no siempre fui la basura que soy hoy). No tenía ni idea de lo que hacía pero pues ya saben el pedo, te juntas con la bola de ojos rojos, les pides que te enseñen y pues caso resuelto. Además soy morra así que me regalaban hierba por montones. Total que pues como en todas partes pues hay gente mierda y pues unos vatos me pusieron hasta arriba y me querían cojer, no digo violar porque alch muy opuesta yo no estaba. Pero pues si se les veía la cara de pinches mala gente.
Total ando hasta arriba y caminando a algún lugar más privado cuando se me cruza la muda, yo ya la había visto fumando mota con otros weyes pero nunca le había hablado. Se nos acerca y les empieza a cantar el tiro a estos pendejos. Al parecer en ese tiempo la muda andaba con un cabrón de dos metros, moreno y bien pinche ponchado, así que estos weyes se fueron en putiza a la primera mentada de madre que les gritó la muda. Yo ya me andaba preparando para correrle también cuando me agarra la mano y bien linda me dice que si estoy bien y que la fregada. Ya le explico que pues alch yo toda tranqui, que ningún pedo. Ella me dijo que esos cabrones pues si eran bien mala banda y que pues alch mejor que ni me les acercara, y que si quería fumarle mejor me juntara con ella.
Ya lo demás es historia, es mi mejor amiga y la única que va a asistir a mi funeral cuando estire la pata. Poco más, la muda es a todo dar, no está tan jodida como yo porque pues ella se quedó en la hierba, ya no probó más madres como yo.
[Fin de la entrada]